Falla Nou Campanar en el 2012
Como venía siendo habitual, en el mes de Marzo de 2012, me trasladé a mi casa de Valencia con el fin de disfrutar de la familia, de la compañía de los valencianos y por supuesto de la fiesta de Las Fallas.
Soy consciente de que la fotografía puede expresar muchas cosas, pero hay sensaciones que ninguna foto puede hacerlo, como puede ser el temblor bajo tus pies de una mascletá o el perenne estallido de los petardos contínuos.
Comienzo a colocar una serie de fotografías sacadas en Valencia, (2012) y lo hago con la falla ganadora de este año. Colocaré muchas más, pues he sacado exactamente 814 fotos.
ASÍ ES LA MEJOR FALLA DE VALENCIA
- Con un coste de 400.000 euros, Nou Campanar rescata el primer premio
- Gastando más que nadie, ha ganado siete primeros premios en 10 años
- El monumento retrata a una familia de nobles ingleses venida a menos
La falla más cara de la historia se plantó en 2008 en la demarcación de Nou Campanar. Llevaba por lema ‘Quant de conte’ y era obra del artista Pedro Santaeulalia, miembro de una de las sagas de artesanos más reconocidas de la ciudad. Ironizaba sobre la actualidad con los cuentos clásicos como punto de partida. Costó 900.000 euros.
Ganó el primer premio por quinta vez consecutiva y supuso el punto álgido en una escalada de dinero nunca antes vista en las Fallas. La comisión de Nou Campanar nace como proyecto del promotor inmobiliario Juan Armiñana, responsable de una parte importante de la urbanización de esa nueva zona de la ciudad, alejada del centro. Fallero de tradición, pronto demostró que quería revolucionar la fiesta.
Constituida en el ejercicio 2002-2003, la comisión de Jorge Comín-Serra Calderona, conocida popularmente como Nou Campanar, ha obtenido siete primeros premios en diez años (2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009 y 2012), con los presupuestos más altos de cada ejercicio.
La presencia de Armiñana generó, y genera, mucha controversia. En sus palabras, ha “revalorizado” la labor de los artesanos pagando cantidades hasta su llegada nunca vistas. Además, cambió por completo el panorama de la competición fallera: no sólo creó la ‘falla hito’, que atrae a turistas y visitantes por su grandiosidad, sino que ‘obligó’ al resto de comisiones a ponerse las pilas. Ninguna llegó a sus cifras pero todas subieron el listón. Por otra parte, las críticas le acusan de destrozar la competición e iniciar una suerte de ‘burbuja fallera’, una espiral de crecimiento insostenible.
En 2009 volvió a gastar la misma cantidad y volvió a ganar, esta vez con el artista Julio Monterrubio y un monumento de corte moderno y arriesgado. Su intención era invertir, de cara a 2010, 1,2 millones de euros de nuevo con Santaeulalia a la cabeza. Pero la crisis no se lo permitió. Finalmente, plantó con el artesano Pere Baenas un monumento (‘El beso’) que costó 600.000 euros. Seguía siendo, con todo, la más cara de la ciudad… pero no ganó.
El pasado ejercicio marcó un punto de inflexión: la crisis siguió creciendo y todas las comisiones que participan en la competición de la Sección Especial (las más caras de la ciudad) pactaron invertir un máximo de 180.000 euros. Así, revitalizaban la competición y ahorraban gastos. En igualdad de condiciones, Nou Campanar, con una propuesta de Miguel Santaeulalia, quedó tercera. Pero el pacto económico duró poco y Armiñana volvió a apostar fuerte.
La falla que actualmente está plantada en su demarcación cuesta 400.000 euros, doblando a la segunda más cara. Ha ganado el primer premio, dos años después, de manera holgada. Se trata de un monumento de 20 metros y más de 60 figuras con un remate múltiple, formado por 12 ninots de gran tamaño. Cuenta con la colaboración de un guionista (Javier Tejero), un diseñador (Carlos Benavent) y especialistas en pintura, modelado y maquetación.
Además, apuesta por hacer autocrítica: la falla habla de una familia de la Inglaterra victoriana venida a menos, nobles que tratan de lidiar con la crisis y mantener un estatus social que se les escapa. Se títula, de hecho, ‘Con lo que hemos sido’. Santaeulalia explica que se trata de “una crítica a la caída libre tras unos años de bonanza en los que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”.
Para el próximo año hay dudas. El propio presidente del colectivo ha anunciado que ahora toca “hacer números” y ver si se puede mantener un presupuesto de esas dimensiones. De momento, el Ayuntamiento ya ha puesto de su parte y ha anunciado que mantendrá las subvenciones públicas en 2013; esto es, abonará el 21% de lo que cueste cada monumento de la ciudad. Así, dice el vicealcalde Alfonso Grau, ayudan a mejorar una fiesta que se ha demostrado “productiva”. Y que nota la crisis… o no tanto.
Fuente del texto: El Mundo
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