Weegee 5
Galería de imágenes del fotógrafo Weegee (Usher Fellig). Quinta parte.
Si a lo largo de la noche se producía un asesinato, un accidente, un robo, una venganza entre grupos mafiosos rivales, un incendio, un robo o una redada de travestis en la ciudad de Nueva York, allí estaba Usher Fellig (1899-1968), más conocido como Weegee, cámara en mano y dispuesto a tomar la primera imagen, incluso antes de que llegara la policía. Su coche era su casa y su base de operaciones, después de conectar la radio con la emisora de la policía que le permitía estar al tanto de todo lo que pasaba en la ciudad a esas horas.
Para completar su trabajo, revelaba las fotografías en el laboratorio que había montado en el maletero extra grande de su coche biplaza. “Guardé todo allí, una cámara extra, los casquillos de las bombillas de flash, una máquina de escribir, botas de bombero, cajas de cigarros, salami, película de infrarrojos y zapatos extras y calcetines. A partir de entonces tuve alas. Ya no tuve que esperar para que el crimen viniera a mí; podía ir tras él”, escribió en su autobiografía. En una máquina de escribir redactaba una nota y la mandaba, junto con las imágenes, a rotativos de la ciudad como el Herald Tribune, el Daily News, el Post o The Sun. Weegee era el más rápido y el mejor reportero gráfico de la ciudad de los años treinta y cuarenta y acabó convirtiendo el crimen en un espectáculo. Fue entonces cuando comenzó a firmar el reverso de sus fotografías como Weegee, el famoso.
Seguro que muchos recordáis la película de Sam Mendes ‘Camino a la Perdición’ (2002). Estaba protagonizada, entre otros, por Tom Hanks y Jude Law. Law hacía el papel de un fotógrafo especializado en asesinatos, que llegaba a la escena del crímen pocos minutos después de que se produjeran.
Pues bien, este personaje estaba inspirado en un fotógrafo real: Usher Fellig, más conocido como Weegee.
El sobrenombre de ‘Weegee’ está muy relacionado con la historia negra que giraba alrededor de este fotógrafo, pues esta no es más que de la onomatopeya de la palabra “ouija” leída en inglés. Y es que se decía que este fotógrafo radicado en Nueva York usaba este método de comunicación con el más allá para informarse y ser el primero en llegar a las escenas de los crímenes, accidentes o cualquier lugar donde hubiese víctimas mortales.
Quizás lo de la ouija no era del todo cierto. Parece más lógico que Weegee consiguiese esta velocidad apareciendo en los lugares de accidentes mortales, incendios o asesinatos por ser, en 1938, el único fotógrafo de la ciudad de Nueva York al que se le permitía sintonizar la emisora de la policía.
De hecho, en su afán desmedido por la autopromoción, Fellig hacía circular entre sus compañeros fotos en las que se veía su cuarto. Una pequeña habitación muy desordenada, llena de fotos y con una emisora de frecuencia corta junto a su cama para escuchar las comunicaciones de la policía.
Su formación fotográfica era nula. Pero con la práctica se fue haciendo a sí mismo hasta tener una técnica propia que le resultaba. Disparaba con una cámara 4×5 Speed Graphic, la más típica en prensa en los años 40. Siempre usaba los mismos parámetros: f/8 y una velocidad de obturación de 1/200 de segundo con un buen flash e incluso un pequeño set de focos situados a tres metros del sujeto a fotografiar.
En la parte de atrás de su coche tenía un pequeño laboratorio fotográfico, en el que rápidamente procesaba las fotografías que minutos después vendía a los periódicos que querían ilustrar en sus páginas el suceso con fotos, sin duda, impactantes.
No sólo hizo este tipo de fotografía, también algún desnudo e incluso participó en algún rodaje de cine. Sin ir más lejos fue el “foto fija” de la película de 1964 de Stanley Kubrick ‘Teléfono rojo, volamos hacia Moscú’ (Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb). Una película que a todos los editores de Xataka Foto nos es familiar por motivos evidentes.
Por cierto, que Peter Sellers se inspiró en el acento de Fellig (tenía acento aleman, pues nació en Austria, concretamente en una zona que ahora es Ucrania) para crear el particular acento del personaje del Doctor Strangelove. Un ex-científico de la alemania nazi reconvertido en asesor del gobierno norteamericano durante la Guerra Fría.
Si os interesa ver más del trabajo de Arthur ‘Weegee’ Fellig, existen varios libros publicados con fotos suyas. El más famoso es The Naked City (1945) que inspiró una película que llevaba el mismo nombre.
Fuente del texto: David Cabezón
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