Milo Manara 7
Galería de obras del artista Milo Manara. Séptima parte.
Milo Manara, nacido Maurillo, es un escritor y dibujante de cómics de origen italiano, considerado por muchos el maestro indiscutible del cómic erótico, gracias a obras como El Clic, El perfume del invisible, o El arte del azote.
Existen varios autores que han imbuido de glamour este género, rompiendo además tabúes generacionales. Pero cuando se habla de cómic erótico, es inevitable que el primer nombre que sale siempre en la conversación suela ser el de Milo Manara. Y es que es imposible no evocar su ideal de belleza femenina, las chicas Manara: mujeres de figura esbelta, larga melena y una inconfundible mirada, sensual y provocadora pero con cierto aire inocente.
Aunque, en sus inicios, el futuro que le esperaba a Manara no era precisamente el del cómic erótico.
Prohibido leer cómics
Manara, con talento para la pintura, creció en un hogar en el que se le prohibió leer cómics. Y, como suele suceder, lo prohibido aún lo hace más interesante. Trabajando de aprendiz en el taller del escultor español Miguel Ortiz Berrocal, en su biblioteca no sólo descubrió el mundo del cómic, sino que descubrió a Barbarella de Jean-Claude Forest. Ese día, fue cuando se despertó su auténtica vocación.
Ya como estudiante de arquitectura en la Universidad de Venecia publica su primer cómic, Genius, una historia que mezclaba erotismo y género negro, publicada en formato de bolsillo. Cuatro años después ilustraría la serie Jolanda de Almaviva, con guion de Francesco Rubino, a la vez que realiza trabajos gráficos para agrupaciones políticas de izquierda, incluidos algunos cómics con profundo mensaje social, con guión de Sileverio Pisù. Guionista con el cual, en 1976 publicaría El Rey Mono, adaptación de la famosa leyenda china.
Durante esos años también colabora con el seminario juvenil Corriere dei Ragazzi e incluso, ilustrando algunas colecciones del editor francés Larousse. ---- (El artículo continúa despues de la galería)
La ascensión del maestro
Durante el año 1978, se publica en la revista francesa À Suivre HP y Giuseppe Bergman, la primera entrega de Las aventuras de Giuseppe Bergman. HP es un metacómic surrealista, divertido y refrescante que rinde homenaje a Hugo Pratt, maestro y mentor, y con el que unos años más tarde colaboraría en obras como Verano Indio o El gaucho.
Pero es en 1983 cuando Manara publica la obra que lo encumbraría como el maestro del cómic erótico, El Clic. Una historia con un guión sencillo pero que marcaría los cánones de la obra del maestro italiano. El Clic tuvo cuatro continuaciones posteriores, así como una adaptación teatral y una versión cinematográfica que pasó bastante desapercibida.
En 1986 Manara repite su éxito con El perfume del invisible, otra materialización de una fantasía erótica adolescente que tuvo una secuela, Desnuda por la ciudad, y una adaptación animada. Desde entonces, el maestro ha continuado con una serie de obras en las que se ha ido consolidando su lugar en el mundo del cómic erótico con títulos como Cámara indiscreta, Gulliveriana (su particular visión de la obra de Jonathan Swift), Kamasutra (quizás su obra más explícita), La metamorfosis de Lucio, El arte del azote, Cita fatal, WWW, Revolución (que además es una crítica a los poderes de las cadenas televisivas) o Piranesi: el planeta prisión (donde combina erotismo y ciencia ficción).
Además, la elegancia de su estilo ha dignificado el género, permitiéndole colaborar con artistas de renombre como Federico Fellini, para el que realizó los carteles de algunas de sus películas y la adaptación al cómic de dos de sus guiones que no llegaron a ver la luz: Viaje a Tulum y El viaje de G. Mastorna. También ha colaborado con el director Pedro Almodóvar adaptando su novela Fuego en las entrañas, el escritor Neil Gaiman y su obra Endless Nights, o con uno de los históricos guionistas de los X-Men, Chris Claremont, para elaborar juntos la novela gráfica X-Men: Ragazze in fuga. Incluso hace unos años, la Fox en colaboración con Axe (sí, ¡la marca de desodorantes!) creó la serie City Hunters, donde las chicas Manara eran las protagonistas indiscutibles.
Milo Manara publicista
En los últimos años, Milo Manara ha abandonado el mundo del cómic para centrarse en otros campos como el diseño de personajes para largometrajes (como La légende de Parva), la ilustración y, sobretodo, la publicidad. Y es aquí donde, sin la necesidad de seguir un guión, el maestro puede concentrarse en lo que se le da verdaderamente bien: hacer lucir la belleza femenina.
Una de sus colaboraciones que seguro que todos hemos visto, pero que a su vez es de las más desconocidas, fue con Channel en el 2005. La marca de perfumes decidió contratar a Luc Besson para dirigir un spot televisivo en el que una sexy Caperucita Roja hacía callar al Lobo Feroz. Ciertamente fue un anuncio muy popular que incluso llegó a hacerse viral. Y buena parte de su éxito se debió a las magníficas ilustraciones previas para el storyboard que dibujó Manara.
Destacan especialmente sus trabajos como el póster promocional que diseñó para la ciudad de Rimini, el catálogo de vinos de Vila Viniteca, o una colaboración con la marca Nekko Design, para una línea de mesas futuristas. Pero uno de los trabajos en los que nos reencontramos con el clásico Manara es con la campaña que, en 2007, diseñó para la marca de lencería Yamamay: cinco luminosas ilustraciones de mujeres alegres, elegantes y conscientes de su sexualidad.
Fuente del texto: Norma Comics - Página oficial del artista: Milo Manara
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