Hoy es San Valentín
Hoy es el Día de San Valentín y te toca hacer la pelotilla. ¿Te has olvidado del regalito de marras?. Si es así lo tienes jodido, vete ejercitando la mano.
La historia del Día de San Valentín
Hay quien dice que comenzó siendo una fiesta pagana. Otros culpan a Chaucer. Pero ¿quién fue san Valentín y por qué lo celebramos?
Por Sydney Combs
El Día de San Valentín es el día del amor. El 14 de febrero, más que cualquier otro día del año, las parejas cubren de regalos a sus medias naranjas como señal de aprecio.
Se sabe mucho del Día de San Valentín. Las postales, los bombones en forma de corazón y las rosas rojas son los básicos de esta tradición anual y se identifican fácilmente en cualquier tienda o supermercado. Sin embargo, gran parte de la historia de cómo llegó hasta nosotros esta festividad es un misterio, ya que los detalles se han perdido con el paso del tiempo y los románticos los han ido modificando. Hay varias teorías que explican el origen de esta festividad y al menos dos santos homónimos diferentes. Esto es lo que sabemos sobre el Día de San Valentín.
¿Por qué celebramos el Día de San Valentín?
¿Se inspira este día en una fiesta, una ejecución o un poema? Los historiadores no están del todo seguros.
La historia más antigua del origen del Día de San Valentín se remonta a las fiestas lupercales. La festividad pagana, que durante siglos se celebró a mediados de febrero, se dedica a la fertilidad. Los hombres se desnudaban y sacrificaban una cabra y un perro. A continuación, los jóvenes cogían tiras de piel de los animales sacrificados y las usaban para azotar a las jóvenes y fomentar la fertilidad.
Las lupercales eran muy populares y son unas de las pocas fiestas paganas que aún se celebraban 150 años después de que el Imperio romano legalizara el cristianismo.
Cuando el papa Gelasio I llegó al poder a finales del siglo V, puso fin a las lupercales. Poco después, la iglesia católica declaró que el 14 de febrero se celebrarían las fiestas en honor al mártir san Valentín.
Según Noel Lenski, historiador de la Universidad de Colorado en Boulder, las lupercales eran «muy populares, incluso en un entorno en el que los cristianos trataban de acabar con ellas». En una entrevista con NPR, Lenski propuso que la fiesta se creó para remplazar las lupercales. «Así que hay motivos para pensar que los cristianos podrían haber decidido llamarla una fiesta cristiana», declaró.
¿Cómo se convirtió en una festividad romántica?
Salvo su nombre, estas fiestas se parecen muy poco a nuestra noción romántica moderna del Día de San Valentín.
Según algunas versiones, el verdadero origen del Día de San Valentín no llegaría hasta mil años después. Jack B. Oruch, profesor de la Universidad de Kansas, sostiene que el poeta Geoffrey Chaucer fue la primera persona que vinculó el Día de San Valentín con el romance en su poema El Parlamento de las aves.
Oruch sugiere que Chaucer podría haber vinculado San Valentín al romanticismo más o menos por casualidad, ya que el Día de San Valentín es la época aproximada en la que las aves europeas empiezan a aparearse. Poetas posteriores, como Shakespeare, siguieron el ejemplo de Chaucer y contribuyeron a crear las connotaciones románticas actuales.
¿Quién fue san Valentín?
Según algunas estimaciones, hay más de 10 800 santos, entre ellos más de 30 Valentines e incluso unas cuantas Valentinas. Hay dos Valentines que sobresalen como candidatos probables del santo homónimo, pero ninguno abordó cuestiones del corazón.
Ambos Valentines son similares, lo que hace que algunos investigadores se pregunten si son el mismo hombre. Los dos fueron mártires, ejecutados por el emperador romano Claudio en el siglo III. También se dice que murieron el 14 de febrero, aunque con años de diferencia.
El primer Valentín fue un sacerdote detenido durante las persecuciones romanas de los cristianos. Cuando lo llevaron ante el emperador, Valentín se negó a renunciar a su fe y como castigo lo pusieron bajo arresto domiciliario. El señor de la casa donde retenían a Valentín desafió al sacerdote a que le mostrara el verdadero poder de Dios. Valentín devolvió la vista a una joven ciega y toda la casa se convirtió. Cuando el emperador se enteró del milagro y la conversión, Valentín fue ejecutado.
El segundo, el obispo Valentín de Terni, también hizo milagros. Como era conocido por su capacidad de sanar discapacidades físicas, un académico envió a su hijo, que no podía hablar ni enderezarse, para que el obispo lo sanara. Tras una noche de oración, el obispo curó al chico y la familia y otros académicos se convirtieron al cristianismo. Poco después, detuvieron al obispo por sus milagros y, tras negarse a convertirse al paganismo, lo decapitaron.
¿Cómo lo celebra la gente?
En la actualidad, los enamorados intercambian regalos como bombones, joyas, flores y postales en el Día de San Valentín.
La primera postal de San Valentín data de 1415, cuando el duque de Orleáns envió una postal a su mujer estando preso en la Torre de Londres. En Estados Unidos, las postales del Día de San Valentín se popularizaron después de la guerra de Independencia, cuando la gente adquirió la costumbre de escribir notas a sus amantes. A principios del siglo XX, las postales empezaron a producirse en masa para la festividad.
Aunque ha adquirido popularidad internacional, el Día de San Valentín no se celebra tanto en países como Indonesia, Arabia Saudí y Malasia. En la mayoría de esos países, la festividad contradice algunos aspectos de su religión. Sin embargo, algunos países se resisten al Día de San Valentín por motivos políticos. En la India, algunos partidos políticos conservadores se oponen al Día de San Valentín porque creen que la fiesta promueve valores occidentales.
Independientemente de si celebras o no el Día de San Valentín (por elección propia o por el destino), la capacidad de amar ha conectado a los humanos durante siglos, desde los romanos hasta la actualidad. Aunque ya no nos fustiguemos con pieles de animales sacrificados, todos disfrutamos de dar (y recibir) regalos a las personas a las que amamos.
Fuente del texto: National Geographic. Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
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