Luiso García y la antitauromaquia

Exposición de antitauromaquía de Luiso García
Luiso García denuncia a la tauromaquia con arte. Y lo hace en una ciudad que representa el toreo por excelencia: Sevilla, justo antes de la semana de la Feria de Abril.

Sus pinceles han dado forma a 21 obras donde el color albero y rojo sangre impregna cada lienzo. El sufrimiento del animal es el nexo en común en todas.

“Desde pequeño he ido a muchísimas corridas y encierros porque mi familia era muy taurina, pero poco a poco empaticé con el sufrimiento del toro y me rebelé contra ese cruel espectáculo”, explica García

Sabe que hablar de toros es enfrentarse a un tema de debate nacional porque, para él, “la tauromaquia es la lucha animalista más icónica de este país.

Se basa en un espectáculo en el que la gente se divierte viendo cómo se tortura hasta la muerte a un animal. Nos engañan diciendo que es una tradición aceptada por la mayoría de la población cuando, en realidad, a duras penas se consiguen llenar la mayoría de las plazas de toros de España”.

También reconoce que se enfrenta a un sector unido, que defiende el mundo del toro como industria y cultura, pero considera que “es una fiesta que agoniza y que está apuntalada por los partidos políticos más conservadores, que niegan un referéndum sobre la abolición y que, a la desesperada, bajan su IVA al 10% para intentar reanimar un bochornoso espectáculo herido de muerte”.

Para dar forma a estas obras, García ha trabajado semanas concentrado en el sufrimiento del animal, aunque también le motivó a continuar ver el vídeo promocional de la Feria de Abril, que protagoniza el torero Morante: “Convertir en ‘artista’ a una persona que se dedica a torturar y matar es un insulto a todo amante del arte y la cultura en general. La inspiración esta vez ha sido fruto del dolor y la indignación. He tenido que dedicar bastantes horas a tragar mucha sangre viendo vídeos y fotografías. Ha sido un proceso bastante duro y agotador emocionalmente. Pero me daba bastante fuerza y ánimo sentir que con mis lápices y pinceles ponía mi granito de arena para despertar conciencia”.

Estrena esta exposición en Sevilla, un bastión fuerte en defensa del toreo. ¿Busca polémica? “No. La exposición busca ser un espacio de reflexión crítico y nunca de provocación. Invito a mostrar la realidad y contradicciones de una fiesta tan terriblemente cruel. Creo que todos deberíamos tener la obligación moral de preocuparnos por saber qué hay detrás de todo aquello que consumimos. Alimentación, estética, ocio… Y, por tanto, los aficionados a la tauromaquia también deberían hacerlo, porque el toro sufre, y mucho”.

La muestra se integra en las jornadas culturales que organiza PACMA, como contraprogramación a la feria taurina de abril. “Creo que la mayoría de la gente nunca se molesta en plantearse que ningún animal debería nacer con un destino ya elegido por el ser humano. Y lo aceptamos sin cuestionarlo, porque es parte de una cultura con la que os hemos identificado. Pero si te paras a empatizar con el animal, ves que sufre y que en una sociedad moderna jamás podríamos permitir eventos que se basan en el maltrato hasta la muerte de un animal”, comenta.

El propio pintor estrena y explica para Público diez de esas obras antes de su presentación en el Centro Cívico “Sindicalistas Soto, Saborido y Acosta”, de Sevilla, donde estarán del 17 al 28 de abril.

10 obras antitaurinas con la firma de Luiso García

El animal mejor tratado del mundo…

“Si hay un mantra que todo taurino repite es que nadie ama más y trata mejor al toro que ellos. Esta obra parte de una frase de Joaquín Sabina que enmarca la inmensa agonía de un toro de lidia que acaba de ser atravesado por un estoque. Este cuadro es una muestra del ‘amor’ con el que ha sido tratado en la plaza.”

Te quiero vivo

“En esta obra juego con los dos mundos del toro de lidia. Los verdes de la naturaleza donde vive, pero también los rojos que protagonizan las consecuencias de la tortura a la que será sometido hasta su muerte”.

Herido de muerte

“Herido está de muerte, el pueblo que con sangre se divierte”. Ésta es una maravillosa cita de Juan Ramón Jiménez que retrata a esa parte del pueblo que disfruta del regocijo y la tortura hasta la muerte de un animal en la plaza de toros. Por esta razón, en esta obra predomina la sangre y más sangre a borbotones, que es la imagen más repetida en la plaza.”

Lágrimas de sangre

“Mientras el toro sangra, son muchas las lágrimas de impotencia que se derraman. 
Este trabajo representa la frustración y el terrible dolor por el que pasa una inmensa parte de la población, que ve con impotencia cómo en pleno siglo XXI la tauromaquia sigue siendo legal.”

Inmenso amor

“Existe una gran paradoja… Y es criar un animal cuyo destino será ser puesto a disposición de un espectáculo lucrativo, que vende su tortura hasta la muerte y, además, tener la poca vergüenza de envolverlo todo en una falsa apariencia de ‘amor’. Es una horrible hipocresía llamar privilegiado al que sufre y empático al que tortura, mata o disfruta de ello.”

Tortura / Cultura
“Aquí represento la evidente diferencia entre lo que es cultura y lo que es tortura. Un estoque, diseñado para matar. Un lapicero, herramienta de dibujantes, poetas, novelistas, músicos, arquitectos… Uno está pensado para destruir la vida. El otro, para crear y hacerla más bella y justa.”

Extinción

“Pocos tópicos taurinos son más famosos que el ‘Si se acaba la tauromaquia, el toro de lidia se extinguirá’. Cuando el único que, con total certeza, sufrirá su extinción será el oficio de matador de toros.”

No matarás

El quinto mandamiento dice: “No matarás”. Por eso he representado la pintura de un torero que reza y besa su crucifijo antes de salir a matar. La eterna contradicción de quien se identifica con una fe que predica el amor y la empatía, y la contradice cuando se dedica a hacer el mal torturando y matando.”

Empatía

“Este es el único trabajo de la exposición que no es inédito ya que ha sido expuesto anteriormente en otras muestras. Se ha querido incluir en ‘Pinturas contra la tauromaquia’ porque representa el principal sentimiento por el que se mueve el movimiento antitaurino y el animalista en general: la empatía. El ponerse en el lugar del otro ser vivo y sentir lo que él siente.”

Harakiri

“Este cuadro representa un símil con el rito japonés del harakiri, se representa el suicidio que comete cada torero hacia su propia humanidad, cada vez que pone fin a la vida de un animal sin ningún tipo de remordimiento. La falta de empatía es como cáncer que destruye al ser humano y a todo lo que éste toca.” 

Autora del artículo: ANA ISABEL BERNAL TRIVIÑO