Tarazona - 1

Reportaje fotográfico de Gonzalo Obes sobre Tarazona (Zaragoza). Primera parte.

Además de haber sido cuna de la cantante Raquel Meller y del cómico Paco Martínez Soria, Tarazona puede presumir de ofrecer una amplia nómina de monumentos de incalculable valor artístico. La catedral es un singular ejemplo de templo gótico en el que convive un excepcional legado mudéjar y renacentista.

Entre su patrimonio monumental sobresale la Catedral de Santa María de Huerta, un hermoso mosaico de estilos arquitectónicos cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. Gótico, mudéjar y renacimiento se superponen en la que está considerada como una de las mejores catedrales hispánicas del gótico. Las guías de la catedral te contarán con todo detalle la historia de un templo que, tras tres décadas de trabajos de restauración, fue reabierta en 2011 y luce hoy todo su esplendor.

Imprescindible es también que visites la original plaza de toros octogonal, construida en el siglo XVIII y de las que existen pocos ejemplos en España.

La impresionante fachada renacentista del Ayuntamiento merece que la contemples con detenimiento. Continúa la ruta callejeando por el casco histórico, contemplando las bellas casas colgadas sobre la vega del río Queiles, la iglesia de Santa María Magdalena y el convento de la Concepción. Piérdete por las calles del antiguo barrio de la judería –integrada en la Red de Juderías de España- y morería, testigos de la convivencia de culturas que se dio en esta ciudad.

Tarazona es una ciudad vigorosa que vibra con el Cipotegato, al que vecinos y visitantes persiguen a tomatazos cada 27 de agosto, día de San Atilano. Así que si tienes la ocasión de vivir esta jornada festiva, ponte algo que no te importe manchar.

Por otra parte, si te gusta la bicicleta, tienes la posibilidad de realizar varias rutas tomando Tarazona como punto de partida. La más conocida es la que llega hasta el Santuario de la Virgen del Moncayo. Otra bonita ruta es la que va Tarazona a Borja siguiendo la vía romana.

No podemos olvidar una de las rutas más afamadas que cuantas discurren por estas tierras, la Vía Verde del Tarazonica, que aprovecha el trazado de un antiguo ferrocarril que unía las poblaciones de Tudela (Navarra) y Tarazona. En total, 22 kilómetros que se pueden recorrer tanto a pie como a caballo y en bicicleta.